Una casa, la de los huevos, que se hizo famosa además de por su singular arquitectura, por las fabulosas fiestas que allí tenían lugar. Por no hablarles de otros aditamentos, como las famosas banderas del Cosmos, diseñadas por César Manrique para la inauguración del observatorio del Roque de Los Muchachos, que adornaban los techos de algunas de las estancias de la humilde morada ildefonsina. La casa de la vuelta del camello, como se conoce de modo decente la curva, ha sido adquirida por el muy magnífico rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Manuel Lobo Cabrera. Desconocemos el importe que ha abonado por la operación, si la cosa estaba libre de cargas y, mejor aún, si todo estaba atado y bien atado. Es decir, si aparecieron todas las escrituras. Volverá, por tanto, el glamour a Agaete, que ya iba siendo hora.