No es que el alcalde de Mogán y todo su séquito de concejales, asesores, asimilados, secretarios e interventores accidentales no aprendan en cabeza ajena. Es que no aprenden en la propia. Ya les hemos comentado en alguna ocasión cómo nuestro admirado Paquirrín recibió un sonoro tirón de orejas del Tribunal Superior de Justicia diciéndole, más o menos, que una trabajadora interina, se llame Patricia Hernández o Sofía Loren, no está capacitada para instruir una sanción urbanística, que perseverar en eso puede incluso convertirse en prevaricación. La doña sigue haciéndolo alegando ese régimen bananero imperante en Mogán que esa sentencia es fruto de otra que en realidad habla de personal laboral, no de interinos, cuando el fondo de la cuestión no es otro que sólo están capacitados para esos menesteres los funcionarios de carrera. Pero quien oye llover, tú. Unan a esos despropósitos el sopapo propinado por la Delegación del Gobierno, que ha instado al Ayuntamiento a recuperar los pagos ilegales efectuados a policías locales afectos en concepto de complementos extraordinarios. El secretario y el interventor accidentales (todo parece allí un lamentable accidente) miran para otro lado, a pesar de que ya ha vencido el plazo de la orden firmada por Carolina Darias.