Debemos ponernos majaderos e insistir en lo dicho desde aquí: han lanzado unas Directrices que no afectan sólo al turismo, sino al centro nervioso y central de la economía canaria. La economía es un cúmulo de situaciones de hecho y de derecho, de comportamientos, de expectativas. Por todo ello no es ciencia exacta sino ciencia social. Tocar ciertos resortes es temerario y se van a tocar. Y desde luego, el objeto de las directrices que redactó Faustino Garcia Márquez es el parón y blindado bajo varias llaves. Y al parecer no es ése el interés del Parlamento, aunque algunas de sus señorías hayan paseado la lengua meses y meses diciendo que sí, que eso era lo apetecido. Dentro de unos meses, con disimulo eso sí, se tirarán de los pelos y proclamarán que está tan amarrado el asunto que aquí no se mueve nada, aquí no compra ni el que ya ha decidido no pagar.