En la disparatada carrera para justiciar las cosas del istmo ya hay unas cuantas gloriosas intervenciones, como les hemos venido contando. La última aportación ha sido la del presidente de la Comisión del 11-M, Paulino Rivero, que no tiene tiempo para estudiarse los temas antes de hablar. Por descartar que tenga ganas de engañar al respetable y otorgarle así el beneficio de la duda. Dice Paulino que la operación (o pelotazo) “también está avalado por el Estado, representado por cuatro miembros en el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Las Palmas”. Error, porque los actuales consejeros representantes del Estado no han estado en los diferentes acuerdos celebrados para dar carta de naturaleza a la famosa e inútil comisión tripartita ni a los poderes otorgados a Arnáiz para que ejecutara las órdenes de Soria y de Mauricio.