La que han armado Paulino Rivero y José Manuel Soria con el concurso de suministro de informativos de la Televisión Canaria tiene un alcance del que ahora empiezan a ser conscientes ellos mismos. Se creyeron los reyes del mambo, capaces de anular un concurso legalmente formulado, para poner en marcha otro y amañarlo de modo tan obsceno que ya produce arcadas a sus más directos colaboradores. Se precipitaron al meter en el saco a tres periódicos canarios con los que dar carta de canariedad a la oferta de Antena 3, y ahora les crecen los enanos por todas partes.