Los recientes acontecimientos relacionados con el Carnaval y el precinto de las terrazas del Parque Blanco han encendido las señales de alarma. En medio de tanta turbulencia, el personal se pregunta si el actual grupo de gobierno del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria está preparado para la gobernanza en los difíciles momentos que se aproximan. Legitimados lo están por las urnas, pero al parecer, no van a ser capaces. La alcaldesa dicen que ya ha levantado una hipoteca: ya no dice a todo amén cuando la llamada viene del señor Soria. No tiene concejales capaces, ni ha alimentado una cantera de técnicos bajo el embrujo del tapón-Setién. Pero ¿y la oposición? No parece que ni Arcadio ni Nardi hayan estado a la altura prevista en los recientes momentos vividos. No hay alcalde en la sombra sellado a fecha hoy.