Deseamos al pleno de la Audiencia de Cuentas de Canarias, que se reunirá este miércoles en su primera sesión de la temporada, muchos aciertos y pocos tropiezos políticos. Rafael Medina Jáber se estrena como presidente y en él mucha gente tiene depositada la esperanza de que algo cambie para mejor en ese órgano fiscalizador. LLegan noticias del Tribunal de Cuentas del Estado con sabor agridulce. En la operación Estadio de Gran Canaria ya se sabe que no hubo lo que técnicamente se denomina responsabilidad por alcance, es decir, que en apariencia nadie se llevó esa millonada para su casa. Que se gastara irresponsablemente es otro cantar. Pero nos sigue sin conejar que desde el mismo tribunal nadie ofrezca una señal acerca del expediente del caso Amorós, tanto si es en un sentido como si es en otro. Parece como si se lo hubiera tragado la tierra. O el monstruo de las galletas.