No disponemos en estos momentos de las razones de fondo, pero sospechamos que tienen que ser poderosísimas. De otro modo no se entendería que los concejales socialistas en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria hayan votado incluso con regocijo a favor del Plan Parcial de Tamaraceite. En él se incluían las dos parcelas cuyo pasado, presente y futuro fue objeto de mucho ruido (y ahora vemos que pocas nueces) por parte del concejal Néstor Hernández. Aunque bien es cierto que en todo momento este concejal evitó referirse a la operación como pelotazo o como especulación, más cierto es que fue el que puso el grito en el cielo por lo que consideraba un quebranto para los intereses ciudadanos en la zona. Pero, lo dicho, al final, en el pleno, unos pequeños bufidos y, brazo en alto, voto junto al PP.