Nada, que no hay manera. No parece que haya buenas vibraciones en Santa Bígida para conseguir que un grupo de partidos políticos se ponga de acuerdo para preparar una plataforma electoral que impida el asalto al poder de los mismos que están llevando (o han llevado) al municipio a la situación vergonzosa que vive. El primer intento de un bloque al estilo de El Olivo italiano se produjo el pasado jueves en el restaurante Martel, en El Madroñal. La convocatoria partía de un colectivo de vecinos progresistas e intelectuales preocupados por el cariz que están tomando los acontecimientos y ante la evidencia de que los indecentes no tendrán reparo alguno en volverse a presentar, volver a pactar y volver a asaltar el Ayuntamiento como si de una diligencia del lejano oeste se tratara. Los ciudadanos, que se han dado en llamar movimiento Drago, pretenden que se pongan de acuerdo los actuales grupos de oposición (Verdes, CC y PSOE) con los que pudieran tener alguna posibilidad de entrar, Nueva Canarias y APC, para que no se desperdicie un solo voto que acabe en inutilidad. Pero de momento ha sido imposible.