Dicen los más conspicuos detractores de Juan Fernando López Aguilar que no se puede dirigir el Partido Socialista Canario desde Bruselas y por teléfono móvil. Son los mismos, poco más o menos, que apoyaron con apasionado fervor la candidatura de Juan Manuel Suárez del Toro a presidir la Caja Insular de Ahorros de Canarias. Dadas sus múltiples ocupaciones como presidente de la Cruz Roja Española y, hasta este mismo sábado, de la Cruz Roja Internacional y la Media Luna Roja, Suárez del Toro ha tenido que resolver muchos asuntos de la entidad precisamente por el mismo conducto comunicacional. Nada que objetar, sin duda, salvo la tantas veces contradictoria aplicación de la doctrina. Suárez del Toro, que es a lo que íbamos, no pudo presidir este sábado el polémico Consejo de Administración de La Caja que dio forma a las amenazas recibidas desde Economía y Hacienda. Se encontraba en Nairobi, precisamente asistiendo a su relevo al frente de la Cruz Roja Internacional. Presidió la reunión de la entidad su vicepresidente primero, Román Rodríguez, cuyo papel también ha sido bastante controvertido en este asunto. Pero ésa es otra historia.