La importancia que el anterior Cabildo daba a las nuevas tecnologías debió ser de astronómicas dimensiones, porque desde que se contrajo la primera deuda con esa red estatal de Internet, los presupuestos de esa área aparecen siempre hipotecados. La primera factura data de agosto de 2005, es decir, que se debe dinero al Estado desde hace más de dos años. De ese organismo ya han llamado en un par de ocasiones para ver cuándo pagan y la respuesta de los técnicos ha sido siempre la misma: cuando los políticos lo ordenen, que para eso están. Y nunca lo ordenaron. Menos mal que el malvado Estado, ese contra el que ahora van Soria y Paulino de la mano, ni corta el suministro ni cobra intereses de demora.