Se equivocan los que atribuyen a José Manuel Soria un carácter materialista y neoliberal. Si recorta gastos del Gobierno no es para que pierdan los más débiles ni para que se resientan los gastos sociales. Es un ser solidario. Tanto que ya circula por los ambientes políticos y periodísticos un elocuente informe, extraído de su declaración judicial ante la magistrada Margarita Varona, que resalta sus acrisolados valores solidarios. Dijo Soria en el TSJC que él acompañó en silencio al empresario Björn Lyng en el trayecto aéreo entre Gran Canaria y Salzburgo mientras el empresario noruego dormía, ya que se trataba de una persona con algunos problemas de salud. Por lo tanto no fue Zapatero sino Soria el primer impulsor de la Ley de Dependencia. Y nuestro vicepresidente el primer voluntario anónimo, ahora descubierto como consecuencia de esta impertinente causa judicial que hasta Mari Mar Julios quiere que se archive de inmediato.