Pero si Zerolo, Nacho González y ese portento de la política que es Ángel Llanos quedaron plenamente retratados en el pleno de este lunes (los primeros por su propia voluntad y el segundo obligado por las altas instancias del PP), los socialistas no se quedaron cortos. Ante una oportunidad única de distanciarse de los especuladores y de quienes los representan; de los poderes fácticos tinerfeños, de los verdaderos beneficiarios de este Plan General y de los medios de comunicación que silencian el escándalo, van y sufren un estúpido cisma. Tres de sus más representativos concejales, Gloria Rivero, Ramiro Cuende y Florentino Guzmán, pusieron tierra de por medio y no acudieron al pleno para evitar votar en contra del PGO. Los dos primeros, en amor y compaña, alegaron que se habían puesto muy malitos, muy malitos, y que tenían que guardar cama. El segundo se marchó de viaje, concretamente a Holanda, y no iba a cambiar sus vacaciones ante un acontecimiento tan poco significativo para el futuro de la ciudad que le paga el salario.