La querella de José Manuel Soria contra Carlos Sosa fue consecuencia de un comentario publicado en esta misma sección el 2 de enero de 2006, en el que se hacía referencia clara a que el presidente del PP había dejado indicaciones precisas a Josefa Luzardo para que adjudicara a Isolux los dos módulos de desalación que se habían licitado durante el último mandato del presidente del PP como alcalde de Las Palmas de Gran Canaria. Soria consideró que el periodista le estaba atribuyendo un delito de tráfico de influencias o de prevaricación (el abogado del político no lo dejó muy claro en el juicio de este miércoles) por haber orientado a su sucesora hacia la petición de un segundo y peregrino informe que colocara a Isolux en primer lugar para cumplir ese encargo. El vicepresidente negó haber intervenido en cualquier momento de la tramitación de un concurso que se convocó durante su mandato como alcalde.