Aprovechando que hemos puesto juntas, una tras otra, las tres querellas criminales que nos ha presentado José Manuel Soria, les proponemos un sencillo ejercicio de descarte consistente en preguntarnos todos a la vez qué fue de los otros escándalos aquí denunciados que jamás han tenido la consideración suficiente como para tratar de empurarnos. Empecemos por el del decreto de creación de cinco licencias de casinos, firmado por Australia Navarro por “órdenes de arriba”, según reconoció siendo consejera de Presidencia, para otorgar casinos a los amiguetes. Continuemos con el viaje del salmón, con un presidente del Cabildo beneficiando a quien le invita a viajar gratis en su jet privado. Por no hablar de La Gran Marina, un dechado de sucesivas ilegalidades que tratan de reactivar ahora los mismos actores. En fin, podríamos incluso recordar aquel intento de compra de un periodista por 1.200 euros al mes, atribuido a Luis Soria, y terminar con la operación de compra-venta de la anterior vivienda del presidente del Cabildo, hecha en una Notaría de Madrid. Ninguno de esos asuntos ha merecido querella o demanda, lo que debe interpretarse como que están todos conformes con lo publicado. Es bueno saberlo para mejor proveer.