Cuando pensábamos que don Pepito iba a entrar a analizar la crisis de los medios de comunicación, lo mal repartido que está el pastel de las ayudas públicas a los periódicos impresos y lo duro que es pasar de beneficios a pérdidas, va el editorialista y provoca un cambio de tercio que nos deja desconcertados. Dice don Pepito, con un rigor periodístico digno de un Pulitzer, que “muchos profesionales del medio se preguntan cómo es posible que una emisora con licencia comarcal [Canal 7, la de Paco Padrón], sin ninguna empresa conocida detrás, esté soportando los gastos de una producción”. Muy bonito, muy objetivo y cabal. Pero atentos a la siguiente afirmación de carácter científico: “Al fin nos han dicho (sic) que es el Gobierno de Canarias quien compensa la emisión de un programa con 3.000 euros diarios”. Y a continuación, el condicional con el que se quiere salvar don Pepito si, por un casual, todo es una trola sin contrastar: “Si esto es así, le sugerimos al Ejecutivo canario que medite y que adopte una actitud más equitativa”. O sea, que le aplique ese mismo rasero subvencionador a su cadena, “sobre todo cuando El Día Televisión es la emisora más vista de Tenerife. Lo repetimos: que medite el Gobierno a quién le concede estos privilegios y por qué”. No reclama el fin de un supuesto trato de favor a Paco Padrón, lo que reclama es que a él se le trate igual, es decir, con los mismos injustificados privilegios.