Deben haber opinado ya los abogados de la casa, y aquella chulería del primer día se ha tornado triquiñuela. Los locutores de la radio pública canaria han empezado a utilizar la denominación oficial, con la que trataron de sortear las normas básicas de la competencia y la buena vecindad. Desde hace unos días utilizan el nombre completo, “Canarias Radio, la Autonómica”, a ver si cuela y la juez de lo Mercantil, María del Carmen de León, no les mete un paquete de considerables dimensiones por saltarse su auto a la torera, aquel en el que ordenó que dejaran de emitir bajo la denominación de Canarias Radio, que se presta a confusión con la histórica Radio Canarias, fundada en 1982. Lo malo que tiene el segundo apellido, “La Autonómica” es lo que se presta a que el personal, por lo general muy dado a la coña marinera, aproveche para refrendar aquello de “la atinómica” que tanto gusta a Juan Fernando López Aguilar y los suyos.