El fichaje de Rafael Nebot por el teatro Perez Galdós, adelantado convenientemente este miércoles por La Provincia, tiene varias lecturas. Todas las que se puedan imaginar decaen ante lo que podemos considerar claramente un acierto de la señora alcaldesa de Las Palmas de Gran Canaria, a no ser que fuera necesario que ésta compartiera los honores con José Manuel Soria, que quizá estuvo cerca de la decisión. En tal caso, lo felicitamos también. Rafael Nebot consiguió lo que hace veinte años pareció un sueño: tener el festival de música que tenemos. Consolidado éste, se enfrenta a otro sueño que tendrá sede en el teatro Pérez Galdós y cuyo contenido esperamos que pronto desvele. Porque el éxito es casi una certeza. Después de todo hay una afición desbordante por la buena música en la isla redonda y en este nuevo proyecto de Rafael Nebot los grancanarios no tendrán que ir a medias con nadie. Lo de su sustituto al frente del Festival de Música es tema espinoso y divertido. Dulce-Godoy, éste sí que va a ser un intercambio curioso: La Isleta profunda y el Tenerife profundo cara a car para elegir un director de festival. De música.