Este lunes hablaron Barak Obama y Juan José Cardona. Y se detuvo el mundo por un momento. El americano sigue insistiendo que aquellos son los Estados Unidos de América y ya se pueden poner las agencias de rating como quieran que él les manda un tanque y les explica cómo es de triple A la grandeza USA. O sea. En Las Palmas de Gran Canaria tampoco hubo muchas novedades, ni mejoró la empeoría, dicho sea con todos los respetos. El alcalde de la ciudad, Juan José Cardona, también se dirigió a la nación para decir que a) no habrá recortes en los servicios sociales; b) se revisarán los expedientes de cada una de las personas acogidas a ayudas sociales; c) se gastará en servicios sociales tres millones menos de lo que dejaron presupuestado los malditos socialistas. O sea, que sí se recortan las asignaciones sociales pero al modo y manera que dice el PP, sin recortarlos, a ver si nos vamos entendiendo. Porque mantener el presupuesto de 2007 con lo que ha llovido desde entonces si no es recorte es exactamente lo siguiente. Pero ojo al dato: Cardona insiste en que pudiera o pudiese haber fraude, es decir, personas que están cobrando prestaciones indebidamente, bien por errores de los funcionarios o bien porque los solicitantes han hecho trampas, es decir, han engañado a los funcionarios, que seguramente también deben ser unos malditos socialistas, dónde va a parar.