El año nuevo no se presenta muy optimista para los trabajadores municipales de dos ayuntamientos grancanarios gobernados por el PP. Ya les hemos hablado aquí del caso de Arucas, donde con la complicidad de CC y de los sindicatos, el alcalde, José Mari Ponce, del PP, pretende un recorte de treinta trabajadores para sustituirlos por servicios externalizados. Toma ya. En Mogán también se presenta la cosa revuelta, y los posibles damnificados señalan directamente a Onalia Bueno, a la que ya han rebautizado con el nombre de Teniente O'Neill, sólo que a diferencia del personaje peliculero, la doña moganera no es concejala, sino persona de confianza del alcalde, nuestro iconmensurable Paquirrín González. Pero manda más que él, dicen los afectados, aunque sea él quien firme los despidos.