Continúa chirriando por todas partes el pacto de gobierno de San Bartolomé de Tirajana entre el PSOE de una cada vez más desnortada Concha Narváez, y los irreductibles de Nueva Canarias. Ni las indicaciones de José Miguel Pérez y Román Rodríguez logran meter en vereda a las huestes sureñas. Mientras algunas juegan a las casitas con la política, cosas serias como el Plan General avanzan casi de milagro. La Narváez apenas acude a las reuniones y lo ha fiado todo a un abogado cercano, Antonio Calvo, que ejerciera de secretario en funciones no sin patinar de lo lindo. No sabemos si Calvo se está llevando expedientes a su despacho particular, como dicen que hizo no hace mucho con un temilla de El Tablero. La alcaldesa ya le ha dicho que se ponga a informar el Plan General y que se deje de boberías.