El Informe PISA 2009, un análisis mundial llevado a cabo por la OCDE por encargo de todos los gobiernos nacionales que se someten a ese examen de evalución de sus alumnos de 15 años, ha puesto de nuevo a caer de burro la formación de los jóvenes canarios. Según Pisa -el informe, no la torre inclinada-, Canarias se sitúa en el vagón de cola de España, sólo por delante de Ceuta y de Melilla, tanto en comprensión lectora, matemática como científica. Algo que no debe extrañar ni al más voluntarista de los profesionales de la Educación, tal y como se maneja la cosa nostra esa de sumar dos más dos son burros volando. Pero hete aquí que el Gobierno de la Nacionalidad nuestra no admite el cateo de la OCDE. Dice Gonzalo Marrero que hay que saber leer los datos. Que una cosa es hacer una lectura “ordinal” del informe, que arrojan datos “poco significativos” al situar a las Islas ahí mismo, en el culo de la comprensión, y otra bien diferente es leer el informe de forma “cardinal” -nada que ver con los cardenales que salen cuando a uno le dan una patada bien fuerte- y entonces Canarias sería como el ciclista que va agrupadito en el pelotón con Finlandia haciendo de Alberto Contador -si dopaje, es un suponer-. ¿Ustedes lo entienden? Pues eso, cateo general.