Los secretarios de ayuntamiento suelen ser funcionarios intocables, con pinta de siniestros, de una gran preparación en Derecho Administrativo, de intachable comportamiento, tanto personal como profesional, y de incuestionables resoluciones. Son -o deben ser- la garantía del buen funcionamiento administrativo de las corporaciones a partir de la línea en que termina la dirección política de las mismas, encomendada por los ciudadanos a unos señores y señoras que, en la mayoría de los casos, hacen lo que buenamente pueden. Hay secretarios de ayuntamiento, sin embargo, que han sido puestos en entredicho en alguna ocasión. Ahora lo está siendo el de San Bartolomé de Tirajana por este asunto del Plan Parcial Golf Meloneras, que será caballo de batalla de Pepe Juan Santana de ahora en adelante y mientras el cuerpo aguante.