Los que vieron llegar estos artefactos que convierten el papel en finas láminas previas al confeti, aseguran que una es muy grande y que las tres están en la sede del Servicio Canario de Salud en Santa Cruz, en la calle Pérez de Rozas. Allí hay varios órganos directivos, como la Dirección de Servicios Asistenciales, la de Recursos Económicos y la Dirección General, donde se encuentra la trituradora mayor, que podemos bautizar desde este momento como Carpanta. Carpanta se llevará por delante misterios inquietantes, como el modo en que se han estado derivando pacientes a la sanidad privada, especialmente en la isla de Tenerife, donde la cosa funciona como funciona por esa felicidad extrema que nos han obligado a vivir. Se acerca el 27 de mayo y las maquinitas siguen funcionando, como el conejo de Duracell, triturando papelitos, en aras de la transparencia prometida por el Gobierno de Adán Martín. Tan transparente que ni se le vio marcharse.