Hace muy pocos días la consejera de Agricultura, Pilar Merino, echó las campanas al vuelo al convocar las ayudas extraordinarias para el sector agrícola y ganadero canario. Pero en su orden departamental sólo hacía referencia a la disponibilidad de los 14,2 millones que ya desembolsó el Gobierno de Zapatero, y remitía a los interesados a un añadido que iría haciendo el Gobierno de Canarias a través de no se sabe muy bien qué partidas presupuestarias. Hasta este mismo lunes, la consejera no había encontrado una respuesta a tan complejo arcano porque su jefe de filas y consejero de Economía y Hacienda, José Manuel Soria, no había encontrado aún la manera de rebañar de aquí y de allá esos 14 millones que complementarían la aportación del Plan Canarias. Si el Gobierno de Paulino Rivero no hace sus deberes, Bruselas se verá obligada a revisar el POISECAN completo, es decir, los 280 millones aportados inicialmente y los 46 que autorizó incrementar. Atento, Manolo, que el tiempo se echa encima y ya tenemos el primer incumplimiento.