La solidaridad ciudadana se nota en las pequeñas cosas. Les traemos esta anécdota a modo de ejemplo. Parada de guaguas de la calle Tomás Morales casi en la esquina con la calle Carvajal. En la acera, junto a la marquesina, una silla con un cartel que rezaba más o menos así: “Por favor, no se lleven, ni tiren esta silla. Es para que se sienten las personas mayores que están esperando la guagua. Por aquí pasan cinco líneas (2, 20, 25, 35 y 81) y sólo hay dos asientos. ¿Por qué en la parada de la biblioteca (Obelisco, suponemos) hay tantos y aquí tan pocos?”. Contundente. A esta hora probablemente, ya lo público habrá reconocido y reparado su error. No, no hay más asientos, pero seguro que la sillita que les pone colorados va camino de un vertedero. Y gracias al ciudadano por haberlo intentado.