Dentro del desasosiego generado en algunos partidos políticos tras esta nueva fase de la operación Unión cundió cierto respiro de alivio al conocer que entre los detenidos se encontraba un ex alto cargo socialista, Miguel Ángel Leal, que fuera consejero del Cabildo de Lanzarote en el mandato 2003-2007. Leal se ocupaba, entre otras cosas, del complejo medioambiental de Zonzamas, al que se considera epicentro de alguna operación sospechosa para la Guardia Civil y el juez Pamparacuatro. Pero el gozo de los que querían extender la corrupción al PSOE se tropieza con el pozo de la suspensión de militancia de este detenido, decretada por ese partido en 2007 al expedientársele oficialmente por su actitud indisciplinada al no aceptar la decisión del grupo socialista en el Cabildo de sustituirle como portavoz. Decía Leal que aquella decisión debió tomarse por unanimidad, pero su partido lo descabalgó con su voto en contra para nombrar portavoz a Miguel González. Pero detrás del expediente de Leal asomaba también el comportamiento de su señora esposa como concejal en el Ayuntamiento de Arrecife, donde entonces ejercía de alcaldesa la también detenida María Isabel Déniz.