Deben haberse apagado ya en la Feria los sonidos de Marc Anthony, cuyos sinuosos meneos han sido sustituidos por la feria de bodas, bautizos y comuniones, o algo así. Pero en Infecar siguen resonando los ecos de los desagradables modales de la nueva dirigencia política, con Cristina Reyes como enviada especial del Zar a aquellos lugares, susceptibles de una pronta recalificación urbanística. Llegan nuevos datos que apuntan a que la privatización de la Feria Internacional de Canarias se venía gestando antes incluso de que fuera destituido el anterior director general, Ignacio Aguiar. Ya a principios de 2004, Reyes obligó a Aguiar a facilitar información comercial de ferias a Juan Ferrer, que todavía no había constituido Sociopolis, que nació en mayo de ese año con el objetivo de hacerse con la FIC, como ocurrió finalmente.