El titular de La Provincia del pasado miércoles parecía premonitorio: “Soria declara la guerra a la prensa crítica”. Se refería el decano colega al juicio por injurias y calumnias contra dos periodistas (Carlos Sosa y Francisco Chavanel) por denuncia del vicepresidente del Gobierno. El titular se ajustaba plenamente a lo que viene ocurriendo con el presidente del PP y un sector de la prensa grancanaria, particularmente CANARIAS AHORA y, en el último año, La Provincia, que ha adoptado una línea muy crítica con el Gobierno de Paulino Rivero y con su vicepresidente. Soria no quiere voces críticas y ha sido capaz de todo. En nuestro caso, de atacarnos por la vía penal y económica, tratando de ahogarnos por cualquier medio a su alcance. Y a La Provincia, criticando públicamente a sus máximos directivos, a los que ha llegado a acusar de mentir, entre otras lindezas tan propias de este político indeseable. En un acto social reciente, Soria ya adelantaba que en breve habría cambios en la dirección del periódico de Editorial Prensa Canaria, y se detenía para comentarlos en la figura de su director, Ángel Tristán Pimienta, que ha capitaneado, a través de su columna diaria, Apuntes, las críticas más aceradas contra los dos máximos responsables del actual Gobierno, Paulino Rivero y el propio José Manuel Soria.