La cosa iba, según hemos podido verificar, medio en coña medio en serio. Las periodistas Pilar Puerto y Ana Cañil, colaboradoras del Huffington Post, preparaban una pieza sobre la primera vez que se manifestaron los señores ministros del Gobierno, todos ellos muy del PP y casi todos muy de orden. Su informal encuesta, realizada en el Congreso de los Diputados este mismo miércoles, arrojó datos más o menos previsibles, es decir, poco picante en unos señores y señoras ministros y ministras poco dados a la algarada y a la protesta, válganos el cielo. Pero la cosa se tornó en interesante cuando abordaron a José Manuel Soria, que con el humor sagaz y envolvente que le caracteriza, les indicó que no recordaba muy bien su primera vez, pero sí que fue en 1975 en Madrid, donde se encontraba ya estudiando su carrera de económicas con tan solo diecisiete añitos. Soria, tan preciso para otras tantas cosas, no pudo precisar el motivo de la manifestación en la que se estrenó Pero sí concretó el año, 1975. ¿En 1975?, se preguntaron las periodistas mirándose entre sí. Rápidamente se fueron a un ordenador e hicieron las comprobaciones de rigor: aquel aciago año de 1975, en cuyo 20 de noviembre feneció en su cama ya aburrido de jeringarnos Francisco Franco, solo hubo una manifestación legal, la celebrada en la Plaza de Oriente el 1 de octubre en apoyo inquebrantable al caudillo, acorralado internacionalmente por los fusilamientos de militantes de ETA y del FRAP. Porque habremos de destacar, dónde va a parar, que aquel jovencito Soria pudiera estar participando en manifestaciones esporádicas, sin permiso y sin redes sociales, normalmente resueltas expeditivamente por los grises (a modo Cifuentes). Ya ven, preguntando una tontería cómo se puede rellenar un renglón más en la apasionante trayectoria vital del ministro canario.