El patio político empieza a relajarse por fin en Canarias después de los primeros salpafueras de una legislatura que promete ser muy sabrosona, especialmente gracias a grotescos portavoces como el de CC, José Miguel Barragán, que hará bueno a su antecesor, Pelopincho, que ya es. Tras agosto veremos qué pasa con esa pelea de buen rollito que quieren sostener los de ATI-PP con Madrid, con Gran Canaria gobernada por el mismo partido que habita La Moncloa. Ya hemos visto a Soria en Bruselas, lo cual constituye toda una garantía de un cambio de rumbo porque, si nuestra memoria no falla, la última vez que estuvo allí fue para acompañar a Pepa y a Arnáiz para defender La Gran Marina. Gracias a todos ellos hicimos un ridículo colosal del que nuestra imagen bananera tardará en recomponerse.