Soria se ve ministro, secretario de Estado, portavoz en las Cortes o presidente de AENA, pero en cualquier caso se ve investido como alto cargo en Madrid, pero no quiere dejar abandonada la finca isleña, que ya se sabe qué poco propenso es a la lealtad inquebrantable el compañero militante y dirigente en cuanto te das la vuelta y abandonas el puente de mando más de tres o cuatro días seguidos. Sabe que tiene que cuidar su imagen aquí empleando el método inverso que ha empleado para penetrar en Madrid a través de las cadenas afectas, como Veo 7 o Efintereconomía. Su fijación por hacerse con un pool de medios que le mime, le de brillo y esplendor no ha cejado nunca, pero cada uno de los encargos que ha hecho se han tropezado con dificultades de diferente índole que han terminado por no cuajar. El enésimo intento se lo ha encomendado a dos personas de su más cercano entorno, Ignacio Brea, de Brea Producciones, y Carlos Taboada, hasta hace pocas semanas director de cadena de TVC. El objetivo es controlar medios digitales, radiofónicos y televisivos, pero la consigna es que todo pase desapercibido y que no cueste demasiado dinero. De ahí el intento de Brea y Taboada de reactivar una concesión insular de televisión que tiene a su nombre el Cabildo de Gran Canaria. Para ello, el empresario audiovisual ya se ha reunido con representantes de todos los partidos a los que ha explicado que el proyecto es dar salida a través de esa televisión pública a las creaciones de las productoras que no tienen cabida en la Televisión Canaria. Será interesante escuchar las explicaciones del partido que anda diciendo que hay que cerrar las teles autonómicas o, en su defecto, privatizarlas.