Mientras tanto, la otra parte del conflicto, la que personaliza la concejala socialista Teresa García, no se movía este martes de sus planteamientos de siempre: máximo respeto y, en su defecto, salida digna. La concejala no tiene intención alguna de rendirse, de entregar su acta de representante ciudadana, pero a su vez garantiza que no votará nunca en sentido contrario a lo que haga su partido en la Corporación. El anuncio socialista de abrir ahora un expediente disciplinario se lo ha tomado con tranquilidad porque, a su juicio, eso significa que lo que había ahora era una pantomima que no garantizaba su derecho a defenderse ni otras garantías estatutarias.