Dice el decálogo de Rajoy: “Aprobaremos una Ley de Transparencia, Buen Gobierno y Acceso a la Información Pública. Es necesario que se sepa cómo se ejecutan las políticas públicas en nuestro país (...) porque una Administración de calidad no puede ocultarse ante las demandas legítimas que le plantean los ciudadanos”. Maravilloso. A partir de que gobierne el PP tendremos acceso público a los contratos de la era de José Manuel Soria en las tres administraciones donde ha blindado la información. Sabremos a quiénes se destinó el dinero de la Consejería de Turismo durante la feliz etapa de Rita Martín, conoceremos los detalles de todas las segmentaciones de contratos hechos en la Consejería de Economía y Hacienda para beneficiar siempre a los mismos. Podremos consultar cómo se ha estado privatizando la sanidad pública canaria a través de determinados directivos del Servicio Canario de Salud en connivencia con despachos de abogados que intervenían en la confección de los pliegos y en las mesas de adjudicación. Tendremos derecho a exigir a determinados políticos que expliquen en qué sociedades locales o extranjeras tienen participaciones o acciones, cómo están sus cuentas en Suiza o en Holanda. Nos contestarán cada vez que preguntemos a los gerentes de campaña quién pagó aquel mitin y a cambio de qué.