No sa habían enfriado las calenturas provocadas por la ruptura del pacto entre ATI y el PP en Santa Cruz, y el cielo de la capital tinerfeña se llenó de los tratos que se tiraban a la cabeza los dirigentes de ambos partidos. No hablaban sólo de traiciones y de despecho, hablaban clarito de casos de comportamientos muy bien tipificados en el Código Penal. Lo recoge muy certeramente la denuncia que ha interpuesto ante la Fiscalía Anticorrupción la ex dirigente de Ciudadanos Odalys Padrón, sin que la certeza que atribuimos a la iniciativa tenga que significar necesariamente que los hechos vayan a ser investigados, ni que, como es habitual, haya de ser archivada con una seria advertencia de la Sala de lo Civil y Penal a la denunciante por “rayar el fraude procesal” o directamente por tocar las narices en época veraniega. Padrón sólo ha tenido que utilizar las acusaciones que se han cruzado PP y ATI para componer un escenario ciertamente desalentador de lo que se ha venido cociendo en ese Ayuntamiento.