José Miguel Suárez Gil tratará de convencer este miércoles al pleno de la Cámara de Comercio de que le dejen seguir gastándose los cuartos en demandar a periodistas. Está en su derecho a hacerlo, y nosotros a seguirlo publicando, y tiramos porque nos toca. Le queda algo más de un año de mandato al presidente cameral para seguir actuando de modo tan peculiar, sin que hasta la fecha se sepa a ciencia cierta si alguien prepara el relevo para evitar que ciertas maneras se eternicen o acabe aquello como el rosario de la aurora. Ya empiezan a celebrarse reuniones que muy bien podrían ser preparatorias, o fiestas de cumpleaños sin más. A alguna de estas dos modalidades debió responder la comida que este martes celebraron en la Cabaña Criolla Carlos Medina Solís, Roque Cáceres y José Juan Rodríguez Castillo, los dos primeros miembros del pleno de la corporación cameral. Ya saben que Medina, amigo de Suárez Gil, optó en su día a la presidencia de la institución, pero se retiró en favor del ganador indicutible tras aquella trabajada campaña que no estuvo exenta incluso de denuncias. Algo se masca, y ya nos enteraremos.