El marqués de las dunas, Domingo González Arroyo, está de enhorabuena: el TSJC le ha archivado el caso del kilillo, ese por el que jamás en la vida se le hubiera ocurrido a él (¡Jesús, qué ocurrencia!) tratar de comprar a un concejal de Antigua para dar la alcaldía a una militante del PP. No debe estar muy contento con el auto de Margarita Varona el presidente del PP canario, José Manuel Soria, frito por levantar por los aires a su hombre en Fuerteventura para poner en su lugar a ese pedazo de dirigente que es Águeda Montelongo. Pero les invitamos a que analicen serenamente con nosotros el auto de archivo del TSJC, porque seguro que encontrarán cosas realmente llamativas. De entrada, y en relación con lo dicho por la Policía Científica, las grabaciones no tienen alta calidad, es decir, no son de premio. Obvio, si se tiene en cuenta que se obtuvieron de modo furtivo. Pero ha habido casos muy sonados (justo, justo) en la historia judicial española en los que, a pesar de esa baja calidad, ha habido caso.