El discurso del presidente empresarial terminó abrazando la moda imperante en las intervenciones públicas del presidente Zapatero, que indefectiblemente invoca tres cualidades que deben presidir la acción de Gobierno a la que se esté refiriendo en cada momento. Si para el proceso de paz Zapatero ha decidido por último que esas cualidades sean el tiempo, el temple y la tenacidad, Mario Rodríguez situó el futuro del movimiento empresarial canario en la unión, el trabajo y el tiempo. Observarán que en este último hay una coincidencia, pero nada grave porque se trata de una magnitud gratuita y muy socorrida en momentos de crisis. Lo que no admite dudas es que al empresariado le preocupan las investigaciones por casos de corrupción en los que pueda haber (o necesariamente hay) empresarios implicados. El presidente de la patronal se quejó del miedo a hablar por el teléfono móvil y a ese estado de libertad vigilada en el que muchos dicen vivir. Había responsables de la Policía en el salón, pero desconocemos si se dieron por aludidos. Como había cúpula ática, desde el presidente y su compañera, Pilar Parejo, hasta Paulino Rivero, José Fernando Rodríguez de Azero y las dos Marisas, Zamora y Tejedor. Hay que enseñar dientes antes de que caiga en el TSJC la querella de la Fiscalía por el caso de Las Teresitas y mostrar al mundo canarión que no hay miedo que no se supere con un salto en Binter.