Éstas son las cosas que sólo le pasan al PSOE: llega al poder, descubren auténticas barrabasadas y, en lugar de ponerlas en conocimiento del fiscal, aplica el buen rollito y lo arregla de la mejor manera posible. Si tropiezan con una oposición sin escrúpulos, capaz de endosar las responsabilidades a los que han arreglado el problema, se llevan encima unas cuantas amenazas de denuncias penales. En el caso de las obras de ampliación de la Casa-Palacio insular, según el proyecto de De la Sota, el nuevo grupo de gobierno se encontró con que se estaban realizando sin los preceptivos informes jurídicos y económicos y sin proyecto arquitectónico de los reformados que en su día decidió ejecutar Soria sin encomendarse a la legalidad vigente. Para colmo, el director de la obra, el arquitecto Emilio García Conde, fue puesto por la anterior administración insular, y el hombre no es que haya sido precisamente lo más diligente a este lado del río Pecos.