Seguimos con los chismes políticos de la Villa y Corte y esta vez los protagonistas son Juan Fernando, Ana Oramas y Rajoy. Resulta que, para ahorrar gasto público, a don Mariano le quitaron durante unos días la escolta policial en un viaje fuera de España y el PP puso el grito en el cielo del despacho de Rubalcaba. Y entonces los periodistas madrileños recordaron que Ana Oramas realizó una pregunta por escrito al Gobierno quejándose de la escolta de López Aguilar, recibiendo por respuesta que “el número de funcionarios que se destinan, en su caso, tanto a protección dinámica como a protección estática, es el derivado de la cobertura de los turnos de servicio previstos en la jornada laboral de los policías y de las responsabilidades ejercidas por las personas protegidas”. Y es que pensamos que con la seguridad, como hizo Ana Oramas teniendo a Soria esta vez como corifeo, ni se hacen demagogias ni se juega o alardea.