Como habrán leído en muchas ocasiones, tras el inicio de tramitación del expediente en el Cabildo se produce el viaje de Soria a la pesca del salmón (agosto de 2005) y su propia confirmación en el pleno de septiembre de 2005. Resulta curioso saber que ahora Soria dice que conoció el expediente de Tauro hace tres meses, es decir, en agosto pasado, mes inhábil en el que se presentó la denuncia en la Fiscalía Anticorrupción y en la Sala de lo Civil y Penal del TSJC. Inhábil pero él se enteró. Curioso. En aquel pleno de septiembre de 2005, Soria reconoció a voz en grito que había estado de viaje con Lyng y, a requerimiento de José Miguel Pérez, aseguró, con la chulería que le caracteriza, que sus actividades privadas no afectan en absoluto a sus decisiones públicas. En septiembre de 2005, Soria conocía perfectamente el expediente y el estado en que se encontraban los informes preceptivos. Y algo también sumamente curioso: es el primer asunto turbio publicado por este periódico que no llevó aparejada querella de Soria por injurias y calumnias.