Está Soria que se sube por las paredes con las investigaciones judiciales en las que está envuelto su partido, muy particularmente en Telde, donde todos los dedos acusadores señalan al PP por supuestamente financiarse a las bravas. El subconsciente traiciona a los líderes que cambian los personajes de sus novelas en función de la oportunidad del momento. En el caso del magistrado Garzón, que fue uno de los iconos del PP en los momentos más duros de la lucha contra las instituciones gobernadas por socialistas, Soria se confesó este miércoles. En el acto de la Constitución contó su particular anécdota con el titular del juzgado central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional: “Lo invité para que diera una conferencia y dio un mitin”. Así define el presidente del Cabildo grancanario la intervención que tuvo el magistado en el auditorio Alfredo Kraus en un ciclo organizado en 2004, cuando más caliente andaba todo el mundo con la invasión de Irak. Garzón dijo que se trataba de una guerra ilegal, ilegítima, inmoral e injusta. Ahora cae Soria en la cuenta: invitó a un rojo infiltrado a un acto del pensamiento único. Cosas que pasan en democracia, qué se le va a hacer.