Son como niños, repite incansablemente nuestro maestro Pepe Alemán en clara referencia a la fauna política que habita el erial canario. Unos más chiquillajes que otros, añadimos nosotros para acto seguido clavar nuestra mirada en San Bartolomé de Tirajana, hoy por hoy el municipio peor tratado por la fortuna en los últimos años. El grupo de gobierno, compuesto (o mejor, descompuesto) por Nueva Canarias y el PSOE, ha superado sus diferencias para volver a los inicios de su pacto, aquel que tenía como primer objetivo sacar a ese municipio del marasmo que viene arrastrando desde hace mucho tiempo. No es que hayan descubierto que así, como iban, no podían seguir; ni que hayan asumido disciplinadamente las instrucciones de sus jefes insulares. Todo se debe que alguien encontró la piedra filosofal, la que transforma odio en entendimiento; roto en compostura; locura en plácida siesta. La piedra, con perdón, se llama Marco Aurelio Pérez.