No queremos restar importancia al papel que desempeñan los bomberos del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria, ni a los derechos que asisten a los miembros de este cuerpo a reclamar lo que consideren oportuno ante las administraciones. Pero siempre es bueno tener todos los datos delante para hacernos una idea de lo que hablamos. Por ejemplo, que cada bombero cobra 500 euros al día por sustituir al compañero de baja, situación que afecta al 30% de la plantilla como promedio. Las bajas por enfermedad, unidas a las libranzas (trabajan sólo cinco días al mes) permite que algunos bomberos tengan fijada su residencia familiar en la Península. Y cuando se presentan voluntarios para acudir a algún siniestro fuera de la isla, cobran unos suculentos emolumentos. Cada uno de los cuatro bomberos que se presentó voluntario para trabajar en el incendio de La Palma, el pasado verano, cobró la nada despreciable cantidad de 550 euros al día, lo que multiplicado por los cuatro días que estuvieron colaborando en las tareas de extinción del fuego, supone 2.200 euros por barba. A ver si el PP propone comprar otra máquina quitanieves para terminar de arreglarlo.