No lo quiere el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria porque el PP es ansina. Pero al Festival Womad lo siguen reclamando por todo el mundo como un referente de cultura universal y de potenciación del conocimiento y relaciones entre los pueblos. Casi al mismo tiempo que el alcalde Cardona proclama al mundo que la ciudad tiene que ser (átense los machos) “capital europea en África”, el festival más africanista que él desterró de la ciudad participaba como invitado estelar en el proyecto Zen, una iniciativa europea dentro del programa Interreg IV en el que participan doce entidades de diferentes países europeos muchos más serios que el Ayuntamiento palmense, a saber, Inglaterra, Holanda, Italia, Rumanía, Grecia, Letonia, Bulgaria, Lituania, Eslovenia e, increíblemente, España. El director general de Womad, Chris Smith, acompañado de la directora de Womad para España y Portugal, la canaria Dania Dévora, participó este pasado fin de semana en Mérida en unas jornadas convocadas para identificar las buenas prácticas ambientales en los festivales que se realizan en ciudades que son patrimonio histórico. Como quiera que Womad se sigue celebrando en Cáceres, ciudad monumental donde las haya, la ponencia de Smith resultó muy valorada. Además de los aspectos ambientales y de los protocolos que se siguen para respetar los valores sensibles de la ciudad y minimizar los impactos, Smith abordó también de la dinamización socioeconómica que actúa sobre las ciudades donde se celebran el Womad, de las que se ha autoexcluido Las Palmas de Gran Canaria, como todos ustedes saben y nosotros nos ocupamos de recordar para que no se olvide. En estas jornadas también se habló del impacto que supone en la misma región extremeña el festival de teatro clásico de Mérida.