Todavía están latentes en los paladares de los que acudieron a la semana gastronómica zamorana los sabores de manjares tan exquisitos como el rabo de toro o el bacalao, y ya el hotel Santa Catalina, de Las Palmas, ha puesto en marcha unas jornadas dedicadas a la cocina marroquí, tan cercana y tan extraña a la vez. Lo de la semana zamorana, por ir por partes, constituyó todo un éxito, una vez más, no sólo por la calidad de los platos, preparados con esmero gracias a la colaboración con el restaurante Sancho 2 La Marina, de Zamora, sino también por la fórmula escogida por el hotel de reunir con esa sabrosa excusa a personas del mundo de la salud, de la cultura, del turismo, del puerto o de la banca en mesas redondas que resultaron muy entretenidas. Ahora, como les decíamos, en una carpa junto a la piscina, el hotel ofrece la exótica cocina marroquí.