Hay que ver lo desagradables que se están poniendo las cosas en el Ayuntamiento de Santa Cruz a Ángel Llanos, que ha pasado de salvador a degradado y, sin apenas dejarlo calentar silla, a humillado. Este viernes tuvo que sufrir los desplantes y la ira del concejal de Relaciones Institucionales Antonio Bello por haberse sentado en su poltrona por indicación de Miguel Zerolo, que había accedido a las pretensiones de su ex primer teniente de alcalde y de Alfonso Soriano Benítez de Lugo, ambos desahuciados en el PP, de ocupar banqueta junto a los concejales sin cartera. Nadie avisó a Tony Bello de que se le movía la silla, lo que le provocó un ataque de cólera que obligó al alcalde a suspender el pleno durante dos horas. La injusta bronca se la tragó solito el pibe de Ofra porque Alfonso Soriano estaba de viaje y no acudió a tan magna y edificante sesión plenaria.