María Barranco vuelve a los escenarios del teatro con 'Mito'
La actriz María Barranco aseguró este viernes que cuando empezó a hacer la obra de teatro Móvil primero pensó que estaba loca, y añadió que hora es cuando empieza a disfrutar de la representación. Explicó que llevaba más de 20 años fuera de las tablas y que la vuelta a los escenarios ha sido “como volver a estar con un amante al que tenía un poco abandonado pero al que espero no abandonar más”.
En este sentido, afirmó que, de ser posible, seguirá en el teatro porque ahora ha vuelto a disfrutar con los aplausos del público y con las funciones diarias en las que cada día “aprendes algo nuevo”, aunque valoró el trabajo que durante todos estos años ha hecho en el cine.
“Yo he tenido la suerte de hacer muchas películas, unas más vistas que otras, suerte que mucha gente no tiene y por ello estoy muy agradecida”, agregó María Barranco, quién matizó que cuando el director de la obra, Miguel Narros, al que considera el maestro de los maestros, la llamó para trabajar no lo dudó.
En la obra de teatro, basada en un guión original de Sergi Belbel, María Barranco da vida a Sara, “una mujer que no ha tenido vida propia, que siempre ha dependido de los demás y que de pronto se ve enganchada a un móvil que no sabe casi como funciona, pero que le cambiará su vida”.
En esta ocasión, Belbel ha querido dar una visión agridulce del uso tan extendido del móvil, puesto que si por un lado genera malas dependencias, por otro, a Sara le salvará la vida cuando se produce algo tan terrible como un atentado.
Para la actriz la obra Móvil, que este fin de semana se representa en el Teatro Guimerá de la capital tinerfeña, es una alegoría alegre a la vez que triste “de la dependencia que tenemos todos de las nuevas tecnologías, que nos privan de disfrutar de las cosas más sencillas en muchas ocasiones”, y reconoció que “yo soy bastante antimóvil”
Junto con María Barranco actúan en Móvil Mélida Molina, en el papel de Claudia; Marina San José, como Rosa, y Raúl Prieto, que reencarna a Jan, en un una obra que durante una hora y cuarenta y cinco minutos se desarrollan situaciones de malentendidos, de sinceridad, de comunicación y de incomunicación.
La obra ha sido representada en otros teatros de España, y en Madrid ha estado en cartelera durante dos meses en el María Guerrero donde, afirmó Barranco, “hemos tenido mucho éxito”.