Mélissa Laveaux, segunda cita del Arrecife de las Músicas
La joven cantautora canadiense de origen haitiano, Mélissa Laveaux, protagonizará el segundo concierto de la VIII edición del Arrecife de las Músicas. Conocida por revolucionar la escena indie folk con su irresistible fusión de influencias culturales: canción de autor, ritmos criollos, jazz, bossa nova y trip-hop, Laveaux actuará mañana sábado, 29 de mayo, a las 21:00 horas en la Sala de Cámara del Auditorio.
El mismo día del concierto, a las 19:30 horas en la Sala Lanzarote, la cantante y compositora participará en una mesa redonda, de entrada libre hasta completar aforo, que llevará por título Cara a cara con Mélissa Laveaux y estará moderada por la periodista, Silvia Grijalba. También estarán en esta mesa Lara López, periodista de Radio 3, además de otros profesionales de la comunicación en Canarias.
El destino de la joven Mélissa se forjó cuando perdió el cheque para pagarse las clases de piano. Aprendió la música de forma autodidacta. Afortunadamente, su madre escuchaba canciones de autor y jazz haitiano, y su padre, músico en su tiempo libre, tuvo la buena idea de ofrecerle una guitarra cuando cumplió 13 años.
Mélissa Laveaux nació en Montreal en 1985. Sus padres, procedentes de Haití, acababan de instalarse en Canadá. Creció en Ottawa, Ontario, en un universo mayoritariamente anglófono, y tuvo que integrarse a este nuevo entorno, aunque no se olvidó de sus orígenes criollos y francófonos. En el cruce de estas múltiples identidades, su creatividad adolescente encontró refugio en la música.
Descubrió así el folk independiente canadiense (como Joni Mitchell o Feist) el trip hop británico (Martina Topley-Bird), la música brasileña alternativa (Adriana Calcanhotto y Os Mutantes), las estrellas del hip hop y del nu-soul (Erikah Badu, Common, The Roots, The Fugees), las grandes voces de la tradición afro-americana (Billie Holiday, Nina Simone, Aretha Franklin) y las estrellas lejanas de la World Music (Rokia Traoré o Lhasa).
Barajando todas estas influencias en una mezcla de ingenuidad y de instinto, trabajando a diario con su guitarra, Mélissa pronto se inventa un estilo de acompañamiento personal, muy rítmico, y compone sus primeros textos y canciones. De allí sale un estilo decididamente contemporáneo, que integra todos sus referentes, no de una forma militante, sino escogiendo una vía más intimista y confidencial: la aventura de una palabra libre.