Paul McCartney salvó el matrimonio de Yoko Ono y John Lennon
LONDRES, 15 (EUROPA PRESS)
Pese a la mala relación y al intercambio de hostilidades del que hacían gala Lennon y McCartney tras la separación de los Beatles a principios de los 70, Paul no dudó en ejercer de celestina entre su antiguo compañero y Yoko Ono para reconciliarles.
Entre las entrevistas que Yoko Ono ha concedido coincidiendo con el que habría sido el 70 cumpleaños de John Lennon, la viuda del ex Beatle ha dejado una a 'The Times' que vale su peso en oro. No tanto por lo que en ella cuenta como por lo que para la biografía del músico supone.
Yoko recordaba en la entrevista aquel período que comenzó en el verano de 1973 en el que John Lennon y ella decidieron separarse. El músico bautizaría más tarde el año que siguió a su separación como 'the lost weekend' (el fin de semana perdido).
Durante aquel período de tiempo John Lennon mantuvo una relación con su asistente personal, May Pang -aunque ésta siempre mantuvo que el 'affair' fue una idea de Yoko Ono- y una vida algo errante.
En aquel momento la relación entre Paul McCartney y John Lennon no pasaba por su mejor momento: se habían intercambiado lindezas a través de los medios de comunicación e incluso se habían dedicado portadas de discos y canciones.
Sin embargo, a principios de 1974, Paul y Linda visitaron a Yoko Ono en Nueva York y hablaron con ella. Según revela la viuda del músico, MCartney le preguntó qué debía hacer Lennon para recuperarla. La respuesta fue sencilla: volver a enamorarla.
McCartney visitó entonces a John en Los Angeles y le transmitió el mensaje. Lennon se dedicó entonces a cortejar a Yoko Ono de nuevo, aunque no fue hasta que lo vio en el backstage del concierto de Elton John en el Madison Square Garden cuando supo que volvería con él.
“Quiero que el mundo sepa que esa fue una cosa muy emotiva que hizo por John”, explica Yoko Ono, que, tras reconciliarse con Lennon en noviembre de 1974, menos de un año después tendría al único hijo de la pareja, Sean.
“Él (Paul) se preocupaba por su antiguo compañero. Aunque John no pidiera ayuda -John, Paul, todos ellos, eran demasiado orgullosos para hacerlo- él le ayudó. John a menudo decía que no entendía por qué Paul había hecho eso por nosotros, pero lo hizo”.
